No es raro que, inmersos como estamos en la rutina diaria y en nuestras respectivas labores, perdamos la perspectiva normal sobre las cosas relativamente positivas que tenemos en nuestras vidas. Es esencial pues que demos valor a estas cosas buenas, y darles la importancia que merecen.
Desarrollar la autocompasión es la capacidad de sentirse seguro en lugar de estar traumatizado: desarrollar flexibilidad en su mente para desarrollar una mente compasiva.
Replantearte permite suavizar el juicio y extraer la lección. Por ejemplo, decir «No eres lo suficientemente bueno» puede convertirse en «Te importa que te vaya bien; demos un paso adelante».
No se trata de un ejercicio de egocentrismo, sino que su objetivo es encontrar una actitud más amable y honesta hacia uno mismo.
La conciencia plena, o mindfulness, es una técnica poderosa que te ayuda a estar presente en el momento actual y a observar tus pensamientos sin juzgarlos. Cuando te vuelves consciente de tus pensamientos negativos, puedes elegir no identificarte con ellos y dejar que se vayan.
Con la a la autocompasión podemos calmar esa voz crítica para así dar luz y crear espacio para escuchar otra voz: tu voz inside compasiva. Este aspecto de ti mismo te ama y te acepta incondicionalmente. Esa more info voz que te acompaña y apoya.
Imagina que tienes unos agujeros en las plantas de los pies. Inhala profundamente e imagina que entra aire caliente a tu cuerpo a través de esos agujeros y sube hasta llenar los pulmones.
Una muy efectiva forma de gestionar y de lidiar con los críticos internos es practicar la autocompasión.
Los pensamientos negativos recurrentes se consolidan en nuestro cerebro y pueden llegar a ser muy molestos si no hacemos algo para deshacernos de ellos.
Esta técnica, conocida como ACT por sus siglas en inglés, invita a aceptar las emociones y pensamientos negativos sin juzgarlos. En lugar de luchar contra ellos, se trata de reconocerlos y luego redirigir tu energía hacia acciones alineadas con tus valores y objetivos.
, puedes probar a cambiar el marco y enfocarlo así: “Me parece que estoy afrontando ciertos retos que me están exigiendo mucho pero estoy en el camino de hallar soluciones”
Quizás te sorprendas de saber que es standard que tengas pensamientos negativos. De hecho, son parte de nuestro desarrollo evolutivo. Estamos diseñados para examinar el entorno y buscar problemas que deban resolverse.
Si haces de esta práctica un hábito verás enormes cambios en tu conducta y en tu capacidad para asumir los retos que se te presenten en el futuro.
Cuando te sientas triste o preocupada/o, tómate unos momentos para hacer una pausa y respirar profundamente para anclarte en el momento presente.